Pesadillas frecuentes podrían aumentar el riesgo de muerte prematura: nuevo estudio lo revela
Por 22 Julio, 2025Una nueva investigación presentada en la Academia Europea de Neurología (EAN) ha identificado una alarmante conexión entre las pesadillas recurrentes y un mayor riesgo de muerte prematura. Las personas que experimentan pesadillas semanales tienen hasta tres veces más probabilidades de morir antes de los 70 años, en comparación con quienes no las padecen, según los datos revelados.
Estrés nocturno: un impacto físico real
El Dr. Abidemi Otaiku, neurocientífico del Imperial College de Londres, explicó que las pesadillas intensas activan la respuesta de lucha o huida, incluso durante el sueño. Este fenómeno provoca reacciones físicas como sudoración, taquicardia y respiración acelerada.
Otaiku señaló que esta respuesta fisiológica “puede ser incluso más intensa que cualquier cosa que experimentemos mientras estamos despiertos”, lo cual contribuye a un desgaste biológico silencioso.
Evidencia en niños y adultos
El estudio se basó en datos de más de 183,000 adultos y 2,400 niños participantes en investigaciones de salud en Estados Unidos. Los científicos evaluaron el envejecimiento biológico mediante la longitud de los telómeros, fragmentos de ADN que protegen los extremos de los cromosomas. Su acortamiento es un marcador de desgaste celular y, por tanto, de envejecimiento acelerado.
Pesadillas y deterioro biológico
Los resultados mostraron que quienes tienen pesadillas frecuentes envejecen más rápido a nivel celular. De hecho, este deterioro biológico explicaría hasta el 40 % del incremento en el riesgo de muerte, una cifra que supera incluso factores de riesgo comunes como el tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo.
El vínculo entre pesadillas y mortalidad podría deberse a un estado de estrés crónico generado durante el sueño, que desencadena una cascada de efectos adversos en el organismo.
Un problema transversal y tratable
Los efectos negativos de las pesadillas no dependen de la edad, el sexo ni el estado de salud mental. Incluso quienes las experimentan una vez al mes presentan signos de envejecimiento celular prematuro, lo que convierte este fenómeno en un riesgo silencioso pero extendido.
No obstante, la buena noticia es que las pesadillas son prevenibles y tratables. Otaiku recomienda:
-
Mejorar la higiene del sueño
-
Evitar pantallas o estímulos negativos antes de dormir
-
Controlar el estrés cotidiano
-
Buscar ayuda profesional en casos persistentes
Un llamado a la salud pública
Dado el impacto generalizado y modificable de las pesadillas, los autores del estudio proponen considerarlas como un asunto de salud pública. Su prevención no solo mejoraría el bienestar mental, sino también la salud física y la esperanza de vida de millones de personas.
Aunque los resultados aún no se publican en una revista científica revisada por pares, el hallazgo abre la puerta a una nueva comprensión del papel del sueño en la salud integral.
Con información de Agencias
*ARD