En Atlixco, Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe mantiene programa alimentario y médico
Por 8 Julio, 2025Atlixco, Pue.– Entre el aroma a pan recién horneado y la calidez de voces comprometidas, la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Atlixco sostiene una red de solidaridad que surgió en plena pandemia y que, hoy en día, continúa con fuerza y convicción.
Desde 2020, este templo puso en marcha un programa mensual de ayuda alimentaria que distribuye entre 60 y 65 despensas, gracias a la colaboración de donantes voluntarios y al respaldo de la fundación Cáritas.
⛪️ En #Atlixco, la Parroquia de Guadalupe continúa con su labor altruista: cada mes entrega despensas, organiza comedores comunitarios y ofrece consultas médicas a bajo costo para personas en situación vulnerable. Todo es posible gracias a donaciones y el voluntariado.
Vía:… pic.twitter.com/jNeNKdnNuc— Periódico e-consulta (@e_consulta) July 8, 2025
Apoyos mensuales y estudios socioeconómicos
Para garantizar que los apoyos lleguen a quienes más lo necesitan, las despensas se asignan tras visitas casa por casa y estudios socioeconómicos. Esta organización meticulosa permite una distribución justa, sin intermediarios ni fines lucrativos. La iniciativa no recibe fondos públicos y depende totalmente de la solidaridad comunitaria.
Comedor comunitario y bazar solidario
Al término de cada mes, la parroquia organiza un comedor comunitario, donde se ofrece una comida caliente y digna. Para financiarla, se realiza un bazar en el atrio del templo, donde se venden artículos donados por los feligreses. El evento no solo genera recursos, también promueve el encuentro y la empatía entre vecinos.
Salud, medicamentos y pan local
Además del apoyo alimentario, el programa incluye consultas médicas a bajo costo, ofrecidas por profesionales de la salud que colaboran de forma voluntaria. También se mantiene un banco de medicamentos básicos, abastecido por donaciones ciudadanas. A esta red se suma una panadería local, que entrega pan fresco cada semana para distribuir junto con las despensas.
Comunidad organizada y liderazgo femenino
El párroco Pablo Rosas Cortés reconoce que el mayor reto fue convencer a la comunidad de involucrarse. “Costó que la gente se involucrara, pero la comunidad ha respondido”, afirmó. La operación del programa recae en su mayoría en mujeres: catequistas y amas de casa que combinan su labor pastoral con el trabajo social. Solo dos hombres colaboran de forma constante.
*ARD