Días difíciles para las automotrices
Por 12 Junio, 2025La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en enero pasado, generó de inmediato un escenario difícil para la industria automotriz, ya que de inmediato les impuso condiciones para seguir vendiendo autos nuevos a buen precios en el mercado más grande del mundo.
A menos de seis meses, constructoras como General Motors (GM) anunció el martes que trasladará de México a Estados Unidos la fabricación de dos modelos y que durante los próximos años invertirá 4 mil millones de dólares en tres plantas estadounidenses para incrementar la producción en su país de origen, cuando por años invirtió en sus plantas mexicanas, las que dijo no cerrará.
El aumento de la producción va en detrimento de seguir armando sus modelos Chevrolet Blazer y Chevrolet Equinox que ahora aún se ensamblan en Ramos Arizpe y San Luis Potosí.
GM informó oficialmente que las plantas de Orion (Michigan), Fairfax (Kansas) y Spring Hill (Tennessee) recibirán las inversiones que permitirán aumentar la producción de vehículos de la compañía en Estados Unidos a dos millones por año.
La decisión de la transferencia de la producción del Blazer y Equinox a Estados Unidos se produjo después de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles del 25% al sector del automóvil de México y Canadá.
Para que nadie se llame a engaño y después de que por décadas produjo sus autos y camionetas en México, la consejera delegada de GM, Mary Barra, declaró que la decisión demuestra el compromiso de la compañía "con la construcción de vehículos en Estados Unidos y con el apoyo a empleos estadounidenses".
El presidente de la compañía, Mark Reuss, declaró en tono patriótico: "La noticia de hoy va más allá de los números de la inversión. Lo importante es que esforzados estadounidenses están haciendo vehículos de los que están orgullosos y que los consumidores están orgullosos de poseer".
Ahí están las consecuencias del escenario que desde el primer día de su mandato estableció Trump y que continuará el traslado a EU en los próximos meses de armadora estadounidenses, europeas y asiáticas.
Mientras, en México a unos días de que venza el plazo legal para alcanzar un acuerdo en la revisión salarial, la empresa alemana Audi México y su Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi aún no consiguen un acuerdo para el aumento de 2025. El emplazamiento a huelga está fijado para el lunes 16 de junio a las 11:00 de la mañana.
El sindicato mantiene su demanda de un aumento del 10 por ciento al salario base, acompañado del pago retroactivo correspondiente, mientras que Audi ha mostrado prudencia para aceptar el porcentaje, máxime que el consorcio al que pertenece estudia aún la posibilidad de trasladar a Estados Unidos la construcción de sus vehículos de lujo.
Entre sus argumentos, Audi México enfrenta un panorama económico complejo, en especial por los nuevos aranceles en mercados clave, como Estados Unidos, y la suspensión del proyecto del modelo Q8, que se tenía previsto ensamblar en la planta de San José Chiapa, Puebla.
La dirigencia sindical ha manifestado su disposición al diálogo y confía en que se pueda alcanzar una solución antes del vencimiento del plazo, el próximo lunes.
El resultado de esta negociación será determinante para los más de cuatro mil trabajadores de la planta. Evitar un paro técnico permitiría no repetir lo sucedido el año pasado, cuando el conflicto laboral enfrentó una huelga del 24 de enero al 18 de febrero. Durante ese lapso, la producción se detuvo por completo, lo que afectó las metas operativas de la compañía y generó impactos en toda la cadena de suministro de la industria automotriz.
La situación de las plantas armadoras es en este momento delicada y no se sabe aún como terminará, porque en medio de una crisis diplomática se empezará a negociar el Tratado Comercial México, Estados Unidos, Canadá.
Por lo pronto las expectativas no son las mejores para la industria automotriz en México, el capital buscará protegerse y si es necesario cambiar sus plantas y llevar a Estados Unidos sus inversiones, lo harán.
El dinero no tiene Patria.
De las anécdotas que se cuentan
“No hay peor enemigo para la industria automotriz que la incertidumbre”, publicó esta semana la revista Expansión.
“Y hoy ese enemigo ha ganado terreno. La decisión de Estados Unidos de duplicar los aranceles al acero y al aluminio, del 25% al 50%, bajo la Executive Order 14194, ha colocado a los fabricantes de autopartes de México ante un nuevo y complejo escenario que amenaza con encarecer sus productos y ralentizar su producción.
“México exporta autopartes que contienen 12,577 millones de dólares en acero y aluminio, lo que representa el 14% del total de las exportaciones automotrices mexicanas a Estados Unidos, según la Industria Nacional de Autopartes (INA). Con el nuevo arancel, el impacto potencial para el sector podría ascender hasta 6,289 millones de dólares” explicó.
El golpe a la industria de autopartes, que es muy importante en Puebla, no será uniforme, pero sí inevitable.
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*ARD
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