La propuesta presidencial

La polarización está a flor de piel de los políticos mexicanos, incluso mentes inteligentes no sólo los políticos argumentan con prejuicios sobre la Reforma Política que envío la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso federal y que es fiel reflejo de cómo ve él a la democracia y porque nunca ha aceptado perder en las elecciones que ha competido.

La oposición ha dicho abiertamente y en corto que rechazará la reforma Constitucional que implica la propuesta presidencial, como ya lo hizo con la Reforma Eléctrica, pero su realidad está a un mes de pasar la prueba del ácido, cuando se celebren las elecciones para gobernadores en seis estados y hay indicios de que Morena ganará cinco –Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca, Durango y Tamaulipas- y la alianza Va Por México sólo lleva ventaja en Aguascalientes.

En ese contexto vale la pena releer y pensar la propuesta del coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, el poblano Ignacio Mier Velazco, quien llamó a todos los grupos parlamentarios a serenar los ánimos y alzar la mira, pensando en el país y su beneficio, y no sobre cálculos político-electorales.

Los exhortó a no cometer el mismo error que en la reforma eléctrica, donde por fobia cromática, distorsión de la realidad y presiones internas, los partidos de la alianza “Va por México” quedaron mal por todos lados

“Juntos Hacemos Historia” acordó realizar asambleas informativas en todo el país, tal como se hizo con la reforma eléctrica y someterán esta reforma a Parlamento Abierto, donde todos los concesionarios de radio, televisión y medios digitales participen y ayuden a la ciudadanía a tener mejores argumentos

 

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 El diputado Mier afirmó que la iniciativa enviada por el presidente agrupa la lucha que por años han emprendido muchos partidos y movimientos sociales para mejorar y hacer efectiva la democracia, tener órganos electorales eficaces y menos costosos y garantizar legalidad, imparcialidad, certeza y equidad en los procesos electorales.

Invitó a los partidos de oposición a transitar a un escenario de mayor racionalidad y objetividad, que lean bien esta reforma electoral, sin precipitaciones.

Lamentó que una vez más el discurso sea de “no” a todo lo que venga del gobierno, sin pensar más allá de sus intereses, sin leer detenidamente.

“No se han dado el tiempo ni la oportunidad de reflexionar esta reforma, por eso hemos decidido una vez más proponer que se desarrollen parlamentos abiertos y asambleas en todo el país para analizarla y leerla a fondo”, insistió.

 Comentó que ahora el Poder Legislativo no está ajeno a la acción del pueblo de México, que día con día demanda mayor participación y pluralidad en las decisiones políticas, “a ellos nos debemos y por ellos es que vamos a continuar con este modelo para que sepan la importancia de esta reforma electoral”, insistió.

Reiteró que Morena va a apoyar esta propuesta porque urge en el país un organismo electoral autónomo, ciudadanizado, que garantice a todos los participantes, candidatos postulados por partidos y aquellos independientes el derecho a votar y ser votados con plena certeza y legalidad.

“No me voy a cansar de construir puentes de entendimiento, diálogo y construir todo lo necesario alrededor de esta reforma. Son tiempos de definiciones y que cada quien asuma su responsabilidad frente a los mexicanos”, advirtió Mier.

 

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Como todo, pueden no ser los mejores argumentos y quizá haya forma de superar la propuesta inicial, pero vale la pena intentarlo antes que descalificar.

La oposición anunció que presentará su propia Reforma Política, y hay puntos similares en ambas. Hay otros en los que jamás van a coincidir, pero pueden salvarse algunos, quizá sea hora de evitar los prejuicios y la polarización que cada día nos está costando más a los mexicanos.

En el juego de todo o nada, nos podemos quedar y los partidos en especial, con nada.

 

De las anécdotas que se cuentan

Alrededor de las cuatro de la mañana del pasado 27 de abril, comenzaron a arribar a las instalaciones de la planta Cruz Azul en el municipio de Tula, Hidalgo, al menos unos diez autobuses, atiborrados.

Era lo que se le conoce como un grupo de choque.

Con el rostro cubierto y vestidos de paisano, una parte del colectivo ingresó al edificio, al tiempo que otros se mantuvieron a la expectativa, afuera de la planta.

Iniciaron los disparos y los golpes, con un saldo de al menos, siete muertos.

Pasó una eternidad hasta que llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana a intentar controlar el operativo de ese grupo de choque.

La empresa emitió un comunicado: “Lamentamos informar que en esta ocasión este acto de violencia cobró la vida de 7 trabajadores y socios. El grupo de choque hizo uso de armas de fuego que sin miramientos detonaron en contra de nuestra gente. Es perversa la versión que están queriendo sembrar que fue un auto atentado, cuando uno de los muertos es hijo de uno de nuestros socios.

“Hacemos un llamado enérgico a las autoridades locales y federales, toda vez que de manera reiterada nuestro grupo había venido denunciando estos intentos violentos por apropiarse de la planta que hoy, desgraciadamente, cobró la vida de gente de nuestra Cooperativa”.

 

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Cuando se sofocó la emergencia, comenzó la búsqueda de culpables.

No pasó demasiado para pensar en uno sobre todos.

En el conflicto por el control de la Cementera Cruz Azul iniciado en 2020, fue detenido el director general de la Cooperativa, Guillermo Álvarez por desviar recursos de la empresa, a paraísos fiscales.

La hipótesis central es que llegaron golpeadores para “recuperar” la planta y generar más inestabilidad entre sus trabajadores y socios. Esa mecánica de tomar por asalto instalaciones y luego agregarle fuertes dosis de lenguaje jurídico suena sumamente conocida.

Algunos le dicen modus operandi.

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