Estrés laboral en México: Un país en alerta roja por el burnout

El ritmo de trabajo en México ha llevado a muchos empleados a un estado de agotamiento profundo, donde el cansancio físico se transforma en un problema emocional y mental. Este fenómeno, conocido como síndrome de burnout, se ha convertido en una crisis silenciosa, con consecuencias devastadoras si no se atiende a tiempo.

Burnout: una enfermedad reconocida
 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido oficialmente el síndrome de burnout como una enfermedad, clasificándolo en la 11ª Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).

Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), incluso antes de la pandemia, México encabezaba la lista de países con mayor fatiga por estrés laboral. Al menos el 75% de los trabajadores se encontraban afectados, superando a naciones como China (73%) y Estados Unidos (59%).

Síntomas y consecuencias del burnout
 

Los síntomas del burnout incluyen agotamiento emocional, despersonalización y una sensación de fracaso. En casos severos, puede derivar en ansiedad, depresión y hasta ideaciones suicidas.

“El burnout afecta el desempeño, puede generar trastornos de ansiedad, ataques de pánico e incluso llevar a una depresión profunda”, explicó Orlando Guicoza, psicólogo.

El impacto en el personal de salud
 

Uno de los sectores más afectados por el síndrome de burnout es el personal de salud, que enfrenta jornadas extenuantes, sueldos bajos, acoso laboral y desigualdad de género. Esta combinación de factores provoca un desgaste físico y emocional grave.

Medidas para combatir el problema
 

México contempla reducir la jornada laboral a 40 horas para 2030, con el objetivo de mejorar la salud de los trabajadores, darles más tiempo libre y aumentar la productividad.

Además, se están implementando nuevas evaluaciones que incluyen pruebas psicológicas, chequeos médicos y estudios sobre el ambiente laboral, con el fin de detectar a tiempo los efectos del burnout.

Priorizar la salud laboral
 

“El burnout no es falta de carácter, es una alarma del cuerpo y la mente que exige ser atendida”, aseguró Guicoza.

Para combatir este problema, se recomienda respetar los horarios laborales, fomentar ambientes saludables, delegar funciones y garantizar espacios para la vida personal, pues ya no son lujos, sino urgencias de salud pública.

Con información de Meganoticias
 

*ARD