Señales de que tu trabajo te enferma

Señales de que tu trabajo te enferma

Además de tener a tu cuerpo en una tensión constante, también implica in riesgo a largo plazo
Por Redacción 26 Abril, 2021

Con el confinamiento derivado de la crisis sanitaria mundial, las formas de relacionarnos en todos los aspectos se modificaron. El área laboral no es la excepción y durante estos meses se han hecho más evidentes las cuestiones que nos dañan del trabajo. Además de lo pesadas que suelen ser las jornadas de los lunes, estas son situaciones que van mucho más allá de acostumbrarnos a la vida después del fin de semana.

Aunque hay días en los que no tenemos el mejor ánimo para trabajar, también debemos prestarle atención a las señales que comprometen nuestra salud. Estos son algunas de los tres focos rojos que te harán detenerte y asumir que tu trabajo está perjudicándote, de acuerdo con El Heraldo de  México.

Sientes irritabilidad y ansiedad

Estos sentimientos podrían parecer comunes cuando se trata de exponer un proyecto importante o la noche antes de hablar con tu jefe. Sin embargo, si la ansiedad se prolonga durante toda tu jornada laboral la mayor parte de los días, no es normal.

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Mucho menos si va acompañada de irritabilidad, pues esto quiere decir que tus niveles de estrés están por encima del promedio. Esto, además de tener a tu cuerpo en una tensión constante, también implica in riesgo a largo plazo, pues el estrés afecta hábitos como la alimentación y hasta el sueño.

Tienes dificultad para concentrarte

Es cierto que algunos días las podríamos sentir que nuestra mente está un poco dispersa, lo que dificulta el seguimiento o cumplimiento de ciertas actividades. Sin embargo, sentir una preocupación abrumadora por el volumen de trabajo o por la convivencia con ciertas personas dentro de tu entorno laboral, algo anda mal. Los sentimientos de desesperanza y fatiga que experimentas pueden llevar a una depresión.

Te enfermas constantemente

La dieta de la oficina o un horario laboral ajustado dificulta poder seguir con una alimentación balanceada o un programa de ejercicio y actividad física, lo que impacta en nuestro sistema inmunológico. Al estar en estas condiciones, las defensas bajan y no pueden combatir enfermedades tan comunes como la gripe.

*AR