Crisis migratoria México- EEUU

Los Ángeles, como Chicago y Nueva York, son “ciudades santuario” para los migrantes en Estados Unidos, pero desde el jueves de la semana pasada la política de deportaciones del presidente Donald Trump llegó hasta California y empezó a provocar manifestaciones públicas de desacuerdo y declaraciones de importantes generales del Ejército, que acusan a Trump de estar violando la ley, tanto que podría generarse una crisis constitucional.

El cónsul general de México en Los Ángeles, Carlos González Gutiérrez, informó que poco menos de 50 ciudadanos mexicanos fueron detenidos en los operativos antinmigrantes realizados por las autoridades federales en esa ciudad, considerada santuario por su política de tolerancia hacia la condición migratoria de sus habitantes.

En redes sociales, el cónsul advirtió sobre un aumento de las redadas en esa región californiana, y del número de detenciones de personas que acuden a sus citatorios migratorios, por lo que el personal consular multiplica las visitas a los centros de detención para atender a ciudadanos mexicanos.

Los operativos antinmigrantes en centros de trabajo de California fueron ampliamente difundidos por el gobierno de Donald Trump como muestra de su política de mano dura contra la población indocumentada; en respuesta brotaron manifestaciones de repudio de la comunidad latina, que a veces terminaron en enfrentamientos impresionantes.

En un clima político tenso, Todd Lyons, el titular del Servicio de Aduanas y Control Fronterizo acusó a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, de alentar al "caos" y la "anarquía"; ella condenó los operativos del ICE, al que acusó de buscar sembrar el terror.

La Guardia Nacional llegó el domingo a Los Ángeles, desplegada por el presidente Trump tras dos días de protestas de miles de manifestantes contra las redadas de inmigración llevadas a cabo como parte de la política de línea dura del mandatario estadounidense.

Miembros de la Guardia Nacional fueron vistos en imágenes de video el domingo por la mañana haciendo cola en un edificio federal en el centro de Los Ángeles, donde fueron llevados los detenidos en las redadas de inmigración del viernes, lo que provocó protestas que continuaron el sábado.

El complejo está cerca del Ayuntamiento de Los Ángeles, donde se llevó a cabo otra protesta contra las redadas de inmigración el domingo por la tarde. El Comando Norte de Estados Unidos confirmó que las tropas de la Guardia Nacional habían comenzado a desplegarse y que algunas ya estaban sobre el terreno.

"Estas protestas de la izquierda radical, por instigadores y a menudo alborotadores pagados, NO SERÁN TOLERADAS", publicó Trump en su plataforma Truth Social a primera hora del domingo. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha acusado a Trump de desplegar a la Guardia Nacional porque quiere "un espectáculo".

Imágenes mostraron al menos media docena de vehículos de estilo militar y escudos antidisturbios el domingo en el edificio federal donde el Departamento de Seguridad Nacional dijo que unos "1,000 alborotadores" habían protestado el viernes.

El sábado, las fuerzas del orden se enfrentaron a unos cientos de manifestantes en Paramount, en el sureste de Los Ángeles, y más tarde el mismo día, a unas 100 personas en el centro de Los Ángeles, según testigos de la agencia Reuters.

El sábado se vio a las fuerzas del orden federales disparar latas de gas en Paramount y en el centro de Los Ángeles para dispersar a los manifestantes.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó la detención de por lo menos 35 mexicanos tras las redadas en diversas ciudades del estado de California, encabezadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.

Durante su gira por Puebla, la jefa del Ejecutivo dijo este domingo que giró instrucciones a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que se brinde la atención jurídica a los mexicanos detenidos y sus familias a través del sistema consular mexicano.

"Hay que decirlo, las mexicanas y los mexicanos que viven en Estados Unidos son hombres y mujeres de bien, son honestos, se fueron a Estados Unidos a buscar una mejor vida para ellos y para aportar a sus familias. No son criminales, son de bien, honestos", puntualizó.

Desde el pasado jueves iniciaron los operativos del ICE para la detención personas que presuntamente se encontraban sin documentos legales que justificaran su estancia en Estado Unidos, lo que generó que la comunidad latina iniciara una serie de protestas en la ciudad de Los Ángeles, lo que derivó en enfrentamientos con las autoridades.

Ante las protestas que se radicalizaron el presidente, Donald Trump, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para contener las manifestaciones; la jefa del Ejecutivo mexicano consideró equivocada la estrategia de criminalizar a todos los migrantes.

La tensión crece en California y por lo pronto no se vislumbra un arreglo en el corto plazo, el presidente Trump quiere recuperar imagen con sus electores después de su guerra con el magnate Elon Musk y encontró como sus víctimas a los indocumentados, principalmente mexicanos de Los Ángeles.

Esta semana, México deberá encontrar acuerdo en este tema del trato a los indocumentados y a los impuestos al acero y el aluminio, lo que sigue pendiente y prometió la presidenta Sheinbaum que daría respuesta.

La tensión entre México y Estados Unidos crece aún más.

De las anécdotas que se cuentan
 

El tema de la detención de migrantes es tan delicado e importante que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aprovechó su estancia en San Andrés Cholula para informar que desde el sábado el servicio diplomático mexicano entró en contacto tanto las autoridades norteamericanas para buscar una ruta que beneficie a los connacionales y recordó que los mexicanos que quieran regresar a nuestro país serán bienvenidos.

“Nuestro llamado para que no haya violencia la instrucción de parte de la presidenta a todos los cónsules para que estén en contacto, ya están en contacto con los 35 mexicanos detenidos y con sus familias y sobre todo decir que tiene que reconocerse el trabajo de las mexicanas y de los mexicanos en Estados Unidos”, insistió.

Su rostro era de verdadera preocupación. Y no es para menos.

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*ARD