Las razones del Banxico

Las razones del Banxico

Del reportero
Por Fernando A. Crisanto 4 Marzo, 2022

El pasado martes 2 de marzo, el Banco de México (Banxico) recortó su pronóstico de crecimiento para la economía en 2022.

En su informe trimestral inmediato anterior, el Banco Central calculaba un 3.2 por ciento de avance, pero ahora informó que su estimación puntual es de 2.4 por ciento.

Adicionalmente, el Banco apuntó que el rango de previsión va de 3.2 a 1.6 por ciento, lo que quiere decir que su pronóstico más optimista se basa en la primera cifra y el más pesimista, en la segunda.

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De por sí poco probable el cumplimiento del dato del Banxico, la realidad es que se queda a años luz de las predicciones de Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que el país crecerá en un 5 por ciento durante 2022.

Hay que considerar que, en febrero de este año, el Banco aumentó por sexta vez consecutiva su tasa de interés, que por el momento sigue en 6 por ciento y ya se verá el 24 de marzo si se sigue en ese indicador o la realidad y Ucrania no obligan a subirla más.

El Banco Central identificó cuatro riesgos en contra del crecimiento del PIB:

  1. Una recuperación económica frenada, porque la pandemia sigue “sin ser domada”, sino que el país se está adaptando a ésta como puede. En otras palabras, el gran riesgo es que llegue una quinta o sexta ola de contagios y el país se limite a hacer piruetas para seguir trabajando, a costos muy altos en lo humano y lo económico.
  2. El problema de abasto a distintas industrias en todo el país, consecuencia de la propia pandemia, lo que aumentará los costos de lo que se produce en varios rubros. Ya se había comentado en su momento que la crisis de los chips en la industria automotriz está generando quebraderos de cabeza en las directivas de distintas armadoras.
  3. Episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que afecten a las “economías emergentes”, entre ellas México, por la combinación de la pandemia y el efecto Ucrania que está pasando factura en buena parte del mundo.

Advierten los expertos que la salida de capitales de inversión desde México está alcanzando niveles históricos.

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Para ubicar la magnitud de la desinversión, la ocurrida en 2021 es 300 por ciento superior a la de 2020, de unos 10 mil 344 millones de dólares, apenas comparable con la de 2009, por 16 mil 830 millones de dólares y la de 1995, por 13 mil 632 millones de dólares.

     4.- Y, un gasto insuficiente (o, ¿nulo?) para apoyar la reactivación de la economía, combinado con la reforma del sector eléctrico. En el entendido que el Banco intenta manejar una terminología neutra, la realidad es que el “gasto” ejercido para apoyar a las empresas a salir venturosas en la pandemia, no ha sido “insuficiente”, sino casi invisible.

Y a todo eso, hay que agregar la inflación.

El Banco elevó su pronóstico para la inflación, para cerrar 2022 en 4 por ciento, algo claramente poco probable, particularmente si nos ponemos a observar el comportamiento de los precios de gas doméstico LP y gasolina de bajo octanaje.

En otras palabras, estamos viviendo ahora mismo una combinación a la que le temen los economistas: inflación alta con bajo crecimiento.

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Ante este panorama, sea cauto en donde mueva sus ahorros si es que tiene.

Ahora mismo es el momento en que los vivales salen a la calle a adueñarse del dinero ajeno.

Recuerde: lo que no suena lógico, suena metálico.

 

 

De las anécdotas que se cuentan

El 13 de febrero, los líderes nacionales del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejando Moreno y del PRD, Jesús Zambrano, en reunión con Demetrio Sodi, de Futuro 21, acordaron una obviedad espinosa, trabajar en torno a un candidato presidencial único en 2024.

En una mezcla de las ideas de Anthony Giddens y los temores de que el PRI se mueva a dos aguas, Sodi les propuso irse por la Tercera Vía, un modelo de desarrollo que mantiene lejanos tanto al populismo como al neoliberalismo.

Sodi comentó que “la base del proyecto común en el cual participarán las organizaciones ciudadanas que decidan sumarse, definirá primero un esquema de gobierno acorde con la modernidad que requiere el país y posteriormente, buscar al candidato común”.

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Marko Cortés expuso el tema sin tapujo. “O nos unimos o nos hundimos (…) Y yo lo que hoy veo es que ésa debe ser una oportunidad para México. Nosotros nos pusimos un objetivo en el partido: ganar para México, no para el PAN, ganar para México la presidencia para el 2024 y eso es lo que creo que debemos hacer todos juntos”.

No suena mal considerar las ideas de la Tercera Vía.

Reino Unido lo hizo con Anthony Blair, Michele Bachelet lo consolidó en Chile y ocurrió algo similar con el canciller alemán Gerhard Schröder. Los resultados fueron variopintos, pero demostraron que era viable la implementación del modelo.

Si bien es cierto que el esquema generado por Giddens en los noventa no oculta sus orígenes hasta Karl Marx, la experiencia señala que es factible de implementar, pero para ello se requiere de un conductor inteligente y capaz de lidiar con intereses divergentes.

El modelo es una buena propuesta, pero, ¿de dónde saldrá el candidato?

Todo indica que será un ciudadano sin partido.

Ya se verá.

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*ARD