Carlos Slim y su incursión en el sector energético: ¿Podrá rescatar a Pemex?
Por 3 Junio, 2025En una silenciosa pero firme transformación, Carlos Slim, el hombre más rico de México, ha pasado de dominar las telecomunicaciones a convertirse en el principal inversionista privado del sector petrolero mexicano. A través de su conglomerado Grupo Carso, ha inyectado más de 2 mil millones de dólares en proyectos estratégicos, posicionándose como socio clave de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La jugada de Slim se da en un contexto complejo: Pemex arrastra una deuda de más de 100 mil millones de dólares, enfrenta problemas operativos graves y ha perdido atractivo entre inversionistas internacionales. Aun así, el magnate ha optado por invertir en yacimientos clave como Zama y Lakach, además de adquirir participación en Talos Energy y PetroBal.
Slim apuesta por el petróleo: inversiones estratégicas
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2023: Slim adquirió participación en Talos Energy, enfrentando trabas regulatorias bajo el gobierno de AMLO.
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Concretó la compra de PetroBal SAPI por 530 millones de dólares, obteniendo derechos sobre dos campos petroleros frente a Campeche.
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Lanzó un proyecto conjunto con Pemex para explotar Lakach, un yacimiento de gas en aguas profundas del Golfo de México, con una inversión de 1,200 millones de dólares.
Estas operaciones lo han convertido en el socio privado más importante de Pemex, en un momento en el que pocos se atreven a trabajar con la petrolera estatal.
“Slim ha decidido que, si va a entrar en este negocio, lo va a hacer bien y tratará de construir algo grande”, afirmó Alejandro Schtulmann, experto en riesgo político.
De Telmex a Pemex: el retorno de un monopolio estratégico
La historia parece repetirse. Slim cimentó su fortuna con la privatización de Telmex en 1990. Hoy, en el ocaso de su carrera, vuelve a participar en una empresa estatal deficitaria, sin competencia real y con el respaldo de un presidente que lo necesita. Esta vez, la mandataria es Claudia Sheinbaum, con quien Slim mantiene comunicación frecuente.
“La presidenta es muy buena, muy trabajadora. Ya se dio cuenta de que necesita inversión del sector privado”, declaró Slim a Bloomberg.
Pemex: ¿rescatable con capital privado?
A pesar del músculo financiero de Slim, los desafíos técnicos y económicos son enormes. Pemex ha reportado cuatro trimestres consecutivos de pérdidas, una producción en caída libre, y la desconfianza de la comunidad internacional.
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La producción actual de Pemex es de solo 1.6 millones de barriles diarios, el nivel más bajo en 40 años.
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Fondos como el soberano de Noruega han retirado su inversión por razones de corrupción.
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Derrames, incendios y accidentes continúan erosionando su reputación.
Aun así, Slim planea aumentar la producción en los bloques adquiridos a PetroBal a 40 mil barriles diarios en 2026, con posibilidad de duplicarla.
Zama y Lakach: el futuro petrolero en manos privadas
En Zama, que podría representar el 10 % de la producción nacional, Slim tiene una participación minoritaria. Aunque la explotación del campo presenta retos técnicos complejos, el empresario considera alternativas como plataformas semisumergibles. Sin embargo, aún no se ha definido el plan de desarrollo final.
En cuanto a Lakach, Grupo Carso intervino financieramente tras la salida de New Fortress Energy, consolidando su papel como rescatista del proyecto.
¿Qué sigue para Slim y Pemex?
Las reformas energéticas de Sheinbaum buscan reabrir la puerta a la inversión privada en el sector energético. Sin embargo, expertos como John Padilla advierten que sin incentivos claros y con la actual regulación “como una camisa de fuerza innecesaria”, será difícil atraer a petroleras globales.
Mientras tanto, Carlos Slim lidera un regreso cauteloso pero ambicioso del capital privado, con el objetivo de convertir su última gran apuesta en un legado histórico para el país.
Con información de El Financiero
*ARD