Consumo de fentanilo en México es un hecho, estudio lo confirma por primera vez

Consumo de fentanilo en México es un hecho, estudio lo confirma por primera vez

El opioide apareció en 14 de 22 muestras examinadas en el estudio realizado a consumidores que se ofrecieron voluntariamente
Por Redacción 26 Diciembre, 2023

Por primera vez, un estudio de la revista Harm Reduction Journal confirmó lo que los expertos tienen tiempo augurando, el fentanilo ha llegado a la capital mexicana y sus alrededores, la sustancia 50 veces más potente que la heroína, dejó de ser un fantasma en México.

De acuerdo con la investigación de 2022, en un festival de música electrónica al aire libre, cercano a la Ciudad de México, científicos analizaron 51 muestras de drogas de 40 consumidores, que se ofrecieron voluntariamente a la prueba, gratis y anónima, en su mayoría hombres de entre 22 y 48 años, sesgo que los expertos esperan solventar para el siguiente estudio.

Ninguno de los usuarios esperaba hallar fentanilo en las sustancias que había comprado, pero el opioide apareció en 14 de 22 muestras examinadas de MDMA y en dos de cuatro dosis de cocaína. “Los resultados muestran que la adulteración de fentanilo ya no es un fenómeno confinado a la frontera norte de México entre personas vulnerables que se inyectan heroína o metanfetamina, sino que ha llegado a los jóvenes que usan psicoestimulantes”, concluye el artículo.

“El análisis se llevó a cabo en 2022, es importante mencionarlo porque el discurso oficial y muy generalizado entre usuarios era que no se estaba usando fentanilo en México y que era un problema confinado a la frontera norte del país”, detalló Silvia Cruz, una de las autoras del estudio. “Los usuarios a los que les salió la prueba de fentanilo positiva se sorprendieron muchísimo. Algunos no conocían la droga. Creo que eso es una primera llamada de atención. Probablemente, ahora se identifique más, pero hace casi dos años no”, dijo la experta, una de las primeras investigadoras en analizar el consumo del opioide en México.

Fentanilo se consume sin saber que lo estás haciendo

En varios puntos del artículo, Cruz explica que la investigación no se había publicado hasta ahora por los procedimientos de verificación y revisión que tienen las revistas como Harm Reduction Journal, mientras que, el perfil de los consumidores de fentanilo identificados en el festiva: usuarios “experimentales”, esporádicos, que toman drogas de manera recreativa en ocasiones puntuales. Uno de los principales riesgos es el desconocimiento: “Si estas sustancias circulan en eventos en los que los usuarios no consumen opioides, sino estimulantes y alucinógenos, básicamente MDMA o LSD, tus expectativas no son de sobredosis, son en todo caso de un mal viaje, algo que pueda ser desagradable”, dice Cruz.

Por lo que, con fentanilo, las probabilidades de una sobredosis son elevadísimas por su potencia, ya que tan solo dos miligramos del opioide pueden suponer una dosis letal, a diferencia de la heroína o la morfina, ya que su estructura química le permite atravesar las barreras biológicas fácilmente y lograr que el sistema nervioso central, deprimirlo y hacer que el cuerpo deje de respirar. “Llega tan rápido que una persona se puede morir con la jeringa puesta”, ilustra Cruz.

Mientras que, en EU, cerca de 70 mil personas murieron por sobredosis de fentanilo solo en 2021, es decir, casi 200 personas al día, aumento del 94 por ciento respecto a dos años antes, de acuerdo con un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU, sin embargo, en México aún no hay datos oficiales.

En tanto, la adulteración de otras drogas con fentanilo ya era habitual en EU y la frontera, como las dosis consumibles de opioide son mucho menores que las de, la heroína, es mucho más rentable económicamente, ya que su producción se puede realizar en laboratorios caseros a partir de precursores químicos de bajo coste, además, abarata los gastos. Ya que, al ser altamente adictivo, es perfecto para un vendedor, causando gran demanda a un precio insuperable en el mercado actual.

“Si en esa población se presenta MDMA o cocaínas mezcladas con fentanilo, no hay ninguna medida de ayuda, no se tiene antídoto. No lo reconocen como una sobredosis de opioide”, alerta Silvia Cruz.

Por lo que para el resto de los expertos, empezar a distribuir legalmente naloxona, el remedio en caso de sobredosis, es cuestión de vida o muerte, ya que, en Estados Unidos, que reconoce una crisis de salud pública ante el consumo masivo de esta sustancia, la naloxona es de fácil acceso, pero en México, todavía es restringido y casi imposible de hallar.

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En aumento

Aunado a lo anterior, los expertos auguran que, si en 2022 ya había presencia del opioide, la tendencia es que el consumo incremente, “Cualquier persona que consuma sustancias y no sepa cuál es su contenido potencialmente puede exponerse al fentanilo, es importante identificar los síntomas y tener a mano el antídoto. Es muy importante que no se consuma estando solo y que al menor signo de disminución de la frecuencia respiratoria o de falta de tono muscular —la gente se dobla, se cae—, se sospeche que hay opioides y se acuda al médico”, sentencia Cruz.

Por lo que, la autora del libro “Lo que hay que saber de drogas”, es necesario realizar “cateos de calidad” de las sustancias que se consumen en ambientes de ocio como festivales o lugares de reunión habitual, ya que, por su valor como prevención de riesgos, es una de las únicas formas de medir el consumo del fentanilo en México, fenómeno relativamente nuevo, pues en 2017, en el estudio Cuqueando la chiva, donde se realizó con más de 600 consumidores de heroína en Baja California Sonora y Chihuahua solo seis de ellos habían tomado fentanilo, el resto ni siquiera lo conocía. Pero hoy en día, el número de usuarios creció exponencialmente, muchos de ellos con adicciones previas a otras sustancias como la heroína.

Por último, estudios como estos o las cifras desagregadas de organizaciones e investigadores son hoy la única forma de acercarse a la realidad que está dejando el fentanilo en México, no hay datos sólidos, mientras que, el gobierno de López Obrador decidió cancelar la Encuesta Nacional de Adicciones (Encodat) que se realizaba cada cinco años desde 1998, por su alto costo, la última disponible de 2016, cuando las huellas de opioide eran menores.

Con información de El País

*ARD