Padrastro desalmado tortura, abusa e intenta asesinar a niña de 13 años en Chinchiná

VIDEOS. Padrastro terminado linchado tras intentar violar a menor de edad en Chinchiná

Valiente mujer rescata a niña de 13 años brutalmente atacada por su padrastro en Chinchiná. El agresor, linchado por la comunidad, está bajo custodia policial
Por Redacción 1 Mayo, 2025

La comunidad de la vereda San Andrés, en Chinchiná, Caldas, fue testigo de un acto de barbarie que ha generado profunda indignación y consternación. Una menor de tan solo 13 años fue víctima de la crueldad de su propio padrastro, quien, según las denuncias, la sometió a torturas inimaginables, abuso sexual reiterado e incluso intentó privarla de la vida el pasado martes.

La rápida y valerosa intervención de una mujer, a la que se sumaron otras dos ciudadanas, fue crucial para que la joven sobreviviera a este brutal ataque y pudiera narrar el horror que vivió.

El presunto agresor, por su parte, se encuentra bajo custodia policial en un hospital de Pereira, recuperándose de las graves heridas sufridas tras ser linchado por una comunidad enfurecida, lo que obligará a esperar su mejoría para que se pueda llevar a cabo el proceso judicial correspondiente.

 

Una trampa macabra

Las investigaciones preliminares han revelado la escalofriante estrategia utilizada por el padrastro para someter a su víctima. Según relatos de personas cercanas a la menor, el sujeto urdió una falsa promesa, asegurándole que la llevaría a conocer una vivienda que supuestamente regalaría a su pareja, madre de la niña.

Sin embargo, la mañana fatídica, en lugar de dirigirse hacia la institución educativa donde estudiaba la menor, el hombre desvió su rumbo hacia una zona rural apartada del municipio de Chinchiná.

Durante el trayecto, el agresor doblegó a la niña por la fuerza, silenciando sus posibles gritos de auxilio amordazándola. Al llegar a una finca que tenía arrendada desde hacía aproximadamente dos años, la introdujo a la fuerza en la vivienda.

Con una macabra premeditación, activó un parlante a máximo volumen, reproduciendo música cristiana, una fachada que, según los vecinos, utilizaba para hacerse pasar por pastor de una iglesia.

Este engañoso disfraz le permitía camuflar los horrores que se desarrollaban dentro de los muros de la propiedad, evitando que los sonidos de la tortura y el abuso alertaran a los residentes cercanos.

La menor fue sometida a repetidos abusos y torturas hasta que, en un instante de desesperación y valentía, logró encontrar una oportunidad para escapar, lanzándose por una ventana en busca de libertad.

La huida desesperada de la niña, envuelta en una sábana, con una cinta que oprimía su boca y una soga atada a su cuello, dio paso a una persecución aterradora que se extendió por al menos una cuadra y media.

El agresor estuvo a punto de alcanzarla en varias ocasiones, pero la fortuna intervino cuando tropezó, otorgándole a la víctima un respiro crucial para llegar a un lugar seguro.

 

La valentía ciudadana

La niña, con la respiración entrecortada y apenas capaz de emitir sonidos inteligibles, logró alcanzar una tienda donde desesperadamente intentó pedir auxilio.

Su agresor, implacable, la siguió de cerca y la agarró de la soga que aún rodeaba su cuello, en un intento desesperado por arrastrarla de vuelta al infierno que acababa de abandonar.

Fue en ese instante crítico cuando una mujer valiente, con una valentía admirable, se abalanzó sobre el agresor, enfrentándolo en un forcejeo desesperado. Su heroica acción dio tiempo para que otras dos mujeres llegaran al lugar y se unieran al enfrentamiento, logrando finalmente reducir al atacante y liberar a la menor de su opresor.

A la escena se sumó un hombre que rápidamente retiró la mordaza de la boca de la niña, permitiéndole respirar y narrar el horror que había vivido.

Al percatarse de la magnitud de la situación, la comunidad entera se unió en una furiosa persecución del agresor, quien intentó escapar subiéndose a su vehículo. Sin embargo, en su afán por huir, perdió el control del automóvil y cayó en una cuneta, viéndose obligado a abandonar el vehículo y adentrarse en la espesura del monte.

Mientras la comunidad se movilizaba para capturar al criminal, la menor fue puesta a salvo y entregada a la protección de la Policía de Infancia y Adolescencia. Esteban Morales, secretario de Gobierno de Chinchiná, informó que de inmediato se activó el Código Fucsia, el protocolo de emergencia diseñado para brindar atención integral a víctimas de violencia sexual.

 

Cacería humana y justicia popular

El objetivo del fugitivo, al parecer, era encontrar una ruta que lo condujera hacia el municipio de Santa Rosa de Cabal, en el vecino departamento de Risaralda.

Sin embargo, la rápida respuesta de la Policía, que se sumó a la búsqueda con todos sus recursos, y la tenacidad de los vecinos, quienes incluso utilizaron perros rastreadores, comenzaron a cerrarle el cerco.

Finalmente, cuando el reloj marcaba las 6:15 de la tarde, en el sector de La Gorgona, perteneciente al municipio risaraldense, el padrastro fue localizado intentando ocultarse en una finca.

La Policía procedió a su detención, pero la furia acumulada de la comunidad, al conocer los detalles del brutal ataque, se desbordó.

El agresor fue sacado del lugar y linchado por los habitantes enfurecidos, quienes buscaron hacer justicia por mano propia ante la brutalidad de sus actos.

Tras el linchamiento, el hombre debió ser trasladado de urgencia a un hospital en Pereira para recibir atención médica.

El secretario de Gobierno de Chinchiná, Esteban Morales, señaló que, si bien sufrió lesiones de consideración, estas no revisten gravedad y se espera su recuperación para que pueda enfrentar el proceso judicial pendiente.

 

Un hallazgo escalofriante

La investigación en la vivienda donde ocurrió el ataque reveló un hallazgo escalofriante que evidencia la premeditación y la crueldad del agresor.

En la parte trasera de la casa, los investigadores encontraron un hueco de por lo menos un metro de profundidad. La principal hipótesis apunta a que este macabro agujero estaba destinado a ser la fosa donde el agresor planeaba enterrar a su hijastra después de asesinarla, lo que añade una capa aún más oscura y aterradora a este terrible crimen.

Las indagaciones posteriores han revelado antecedentes perturbadores sobre el presunto agresor. Al parecer, este sujeto ya enfrenta otra investigación por abuso de menores, lo que sugiere un patrón de conducta delictiva. Incluso, una expareja lo habría abandonado debido a un hecho similar, lo que refuerza la gravedad de las acusaciones en su contra y la necesidad de una investigación exhaustiva.

Con información de La Patria

*BC

 

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